jueves, 12 de junio de 2008

¿Trío?

Atracción a primera vista.


Actitudes sobervias y controladoras que seducen. Excitación provocada por el morbo de estar bajo dominio de un chico malo que da órdenes y maltrata. Intuición para percibir la vulnerabilidad del que somete, capacidad jugar el juego del histeriqueo con un candidato ideal para divertirse.


Si bien la protagonista se encontraba en posición de rehén, no veía como malvados a los protagonistas. Ya había sido víctima de hombres más despreciables en su pasado. Estos le parecían dos pichones. Le gustaban los dos, cada uno tenía lo suyo. Uno resultaba más inaccesible, la postura sobradora no es la mas agradable para relacionarse. Venganza: se acuesta con el otro. Por un lado, porque le gustaba; por el otro, porque sabía que era una forma de volver loco, de calentar y darle celos al primero.


Elípsis. Despues de pasar la noche con Soledad, Alejandro despierta solo. Cuando sale del hotel, la encuentra con Pantera en el auto. ¿Cómo llegó Soledad ahí? ¿Qué pasó? ¿Qué nos perdimos?
Lo que se puede deducir es que Alejandro se hecho un polvo y se quedó dormido. Soledad no acabó, se quedó con ganas de más. Pantera se metió en la habitación y encontró a Soledad masturbandose al lado del bello durmiente. La tomó del brazo y se la llevó hasta el auto para brindarle ese orgasmo atascado.


Cuando Alejandro los encuentra, se enfurece. En primer lugar por celos y en segundo porque vive la situación como un atentado contra su masculinidad.
Alejandro quería ser un tipo liberal, pero ese acontecimiento expone que todavía no esta curtido para eso.
Todavía no vivió sufientes romances frustrados, todavía no aprendió a desprenderse de todo aquello que teme perder y todavía no lo engañaron demasiadas mujeres como para endurecerse lo suficiente.
Alejandro es todavía un niño tierno con mucho camino por recorrer. Pantera trata de calmarlo y en el final le aconseja no enojarse con Soledad.
A los hombres les cuesta aceptarlo, pero las mujeres tienen derecho a explorar su sexualidad tanto como ellos y nadie merece ser insultado por eso. (Otra moraleja)
¿Que hubiese sucedido si Pantera no terminaba baleado? ¿Repartían el dinero y cada uno se iba por su lado? ¿O armaban un trío y se enfiestaban los tres?
Por su forma de ser, probablemente Pantera hubiese dado un paso al costado. Marcharse en solitario como está acostumbrado, le hubiera parecido lo más apropiado.
¿Pero quién tiene derecho a decidir lo que es correcto?
¿Quién sabe que está bien y que está mal?

1 comentario:

Anónimo dijo...

viva la partuza!